Realizamos artoplastías de cadera primarias (primer evento) y revisiones de prótesis antiguas por abordaje posterior o lateral según las necesidades de cada paciente. Utilizamos implantes de la mayor confianza y tecnología de vanguardia.
La artrosis de cadera es una inflamación y desgaste de la articulación, específicamente del cartílago de la cabeza del fémur y del acetábulo, lo que genera dolor y rigidez, y es la principal causa para realizar una artroplastia total de cadera (prótesis de cadera) o un recambio articular. Otras causas frecuentes para realizar una prótesis de cadera son la displasia de cadera, fracturas, necrosis avascular, entre otros.
En una prótesis de cadera estándar, tanto la cabeza del fémur como el acetábulo son cambiadas por implantes protésicos permitiendo el retorno a los movimientos normales y disminución del dolor.
La prótesis de cadera usada hoy en día generalmente se compone de un vástago de titanio que se introduce en el fémur, y una cabeza de cerámica, junto con un acetábulo de titanio con un inserto de polietileno. En casos de fragilidad ósea puede ser necesario utilizar una prótesis alternativa con uso cemento óseo.
Después de la cirugía, nos enfocamos de inmediato en la rehabilitación kinésica, y la gran mayoría de las veces logramos que nuestros pacientes estén caminando con bastones o un andador desde el primer día después de operado. La mayoría de los pacientes se quedan 1 o 2 noches hospitalizados antes de ser dados de alta.
El objetivo de la cirugía es volver a la mayoría de sus actividades de la vida diaria y actividades deportivas, sin embargo, es importante que conversemos antes de comenzar cualquier actividad de mayor impacto, para determinar si estas son o no apropiadas. Con una buena rehabilitación y un estilo de vida adecuado, es muy probable que los implantes duren un periodo muy prolongado de tiempo, con la mayoría de ellos durando por lo menos 20 o más años.
La fractura de cadera es una de las grandes epidemias del siglo 21, afectando especialmente a adultos mayores y pacientes con osteoporosis. Nos enfocamos en realizar un manejo integral de la fractura de cadera con un equipo multidisciplinario de especialistas para obtener los mejores resultados.
Las fracturas de cadera en el adulto mayor son una situación clínica frecuente y que tiene un manejo complejo y demandante.
El tratamiento de estas fracturas es principalmente quirúrgico y debe ser realizado por un equipo entrenado dentro de un plazo acotado para evitar complicaciones graves, que se pueden presentar por el reposo, dolor y la inmovilización. De la misma forma, es fundamental para comenzar con una rehabilitación adecuada, y así poder optimizar los resultados generales.
Dentro de los tipos de fractura, algunas deben ser tratadas mediante artroplastías (prótesis) parciales o totales de cadera o mediante una reducción y fijación con implantes (osteosíntesis). Cada tipo de fractura tiene un tratamiento óptimo, el cual debe ser decidido por el equipo tratante en conjunto con el paciente.
Nuestros pacientes son evaluados por un equipo experto de geriatras y anestesistas, entre otros especialistas, los cuales nos ayudan a optimizar las condiciones médicas que puedan afectar al paciente y para así poder realizar el tratamiento dentro de un contexto seguro.
Después de la cirugía, los pacientes se mantendrán hospitalizado durante un plazo variable de días, para poder asegurar un traslado seguro y práctico a sus domicilios, donde continuarán con su rehabilitación y manejo general.
Llevamos a cabo un manejo médico y quirúrgico del pellizcamiento de cadera y sus problemas asociados. Es así cómo ,en ocasiones, si los dolores son persistentes y existe una condición ósea que corregir, realizamos artroscopías de cadera como parte de este tratamiento.
El pellizcamiento femoroacetabular o de cadera (en sus siglas, PFA) es una causa frecuente de dolor de cadera en pacientes jóvenes y activos. Esto muchas veces se presenta como dolor en la ingle, en el costado o irradiado hacia el muslo cuando se realizan actividades y movimientos con la extremidad, pero en ocasiones incluso puede ser persistente o de reposo.
Dentro de las imágenes, generalmente podemos encontrar alguna deformidad en el fémur o en el Acetábulo, lo que genera este contacto inapropiado y eventualmente produce la inflamación y el dolor. De forma paralela, el fibrocartilago que le da el sello a la articulación (Labrum Acetabular), puede lesionarse lo que lo acentúa las molestias y puede aumentar el riesgo de daño articular al largo plazo.
Siempre comenzamos evaluando alternativas no quirúrgicas para esta patología, como lo son la rehabilitación kinésica o fisioterapia hasta infiltraciones. Cuando los tratamientos médicos han fracasado y las molestias son persistentes, la cirugía puede estar indicada y es una buena alternativa a discutir.
La artroscopía de cadera es una cirugía mínimamente invasiva en la cuál, mediante pequeñas incisiones y el uso de una cámara y otros instrumentos, se pueden corregir estas alteraciones estructurales, para así tratar el dolor persistente en pacientes con un Pellizamiento de cadera clínico. De la misma forma, el labrum acetabular puede ser reinsertado mediante anclas y suturas dándole el sello natural a la cadera. Ésta alternativa la utilizamos como parte del tratamiento integral del pellizcamiento de cadera, especialmente en el caso del fracaso del manejo médico con rehabilitación kinésica y algunas modificaciones de actividades generales. También, en caso de alteraciones óseas importantes que pueden estar produciendo problemas significativos en la articulación.
Realizamos el estudio, diagnóstico y manejo de tumores óseos del aparato locomotor (extremidades y pelvis), en conjunto con un equipo multidisciplinario de especialistas. Esto incluye el seguimiento clínico e imagenológico en caso de tumores benignos o la resección y reconstrucción ósea en caso de lesiones molestas o de mayor agresividad.
Los tumores óseos son lesiones consideradas como raras, sin embargo su frecuencia global es ampliamente subestimada.
Existen tumores benignos como los quistes óseos y tumores malignos como los sarcomas. Cada tipo de tumor tiene un manejo muy específico y puede requerir desde una observación cuidadosa en el tiempo o la resección de la lesión asociada a otras terapias.
Los tumores óseos se presentan principalmente por dolor y se pueden dar en cualquier edad, desde pacientes jóvenes a adultos. Sin embargo, hay veces que tumores pueden ser encontrados de forma incidental por estudios de otra causa (por ejemplo en el contexto de radiografías tomadas por un traumatismo). Es por esto que el análisis del paciente y los exámenes deben ser exhaustivos para poder determinar si es necesario realizar alguna intervención a partir de eso.
Los sarcomas son los tumores malignos del tejido conectivo, dentro de los cuales en el hueso los más frecuentes son el osteosarcoma, sarcoma de Ewing y condrosarcoma. Estos 3 tumores requieren un manejo multidisciplinario que involucre la participación de radiólogos, anatomopatólogos, oncólogos médicos, radioterapéutas y especialistas en cirugía ortopédica como nosotros.
Resolvemos tumores de partes blandas (como piel y músculos) de tipo benignos (ej: lipomas) y malignos (ej: sarcomas).
Los tumores de partes blandas son lesiones frecuentes y pueden ser muy variados. Existen más de 100 tipos distintos de tumores benignos o malignos de tejidos blandos, por lo que un conocimiento especializado es fundamental para poder determinar que lesiones necesitan ser observadas y cuales pueden requerir tratamientos más invasivos como una biopsia o resección.
Por otra parte, los tipos de resección pueden ser distintos según el tipo de tumor y si es benigno o maligno. Un estudio adecuado previo a la resección es fundamental para evitar la resección inadvertida de un tumor maligno, lo que puede tener implicancias en el resultado de un procedimiento.
La cirugía reconstructiva ha tenido grandes avances en las últimas décadas. Con avances en implantes para las reconstrucciones protésicas articulares, hasta reconstrucciones biológicas con injertos, existen muchas alternativas para poder realizar reconstrucciones después de la resección de un tumor o en caso de desgaste articular.
Tratamos de realizar una cirugía que se adapte a las necesidades del paciente y los requerimientos que pueda tener según su patología. Nos especializamos en la reconstrucción articular protésica de cadera y rodilla.
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